lunes, 16 de marzo de 2009

Administrador

Me levante una mañana y me encontré una carta de la administración del edificio donde vivía con mi familia. La misma decía simplemente así:

NORMAS DE CONVIVENCIA:
Estimado vecino, hemos recibido una denuncia de que usted coloca la basura en el cuarto para los residuos en estado de descomposición provocando el ingreso de olores nauseabundos al departamento contiguo. Saludos Cordiales.

Mi primer reacción fue pensar en ir a increpar a la vecina por semejante mentira, o insultarlo al administrador por mandarme una carta en lugar de llamarme y ver que habia de cierto. Luego recorde a mi amigo y comence a escribirle. Aquí la primera carta al administrador:

Sr. Administrador

Por medio de la presente me comunico con Usted para informarle que en el día de ayer he recibido con gran sorpresa de mi parte una carta suya referida al tema normas de convivencia.
Quiero por mi parte aclarar el origen de dichas afirmaciones.
Es muy penoso para mi reconocer que tal vez las causas de el olor nauseabundo en mi basura se puedan deber a mi uso de pañales para adultos, si alguna vecina no comprende que estos desprendan tal olor, o bien no usan pañales o bien comen flores.
Luego estuve pensando que la otra causa puede ser mi obsesión por el trabajo. Usted se podrá preguntar que tiene que ver esto con mi trabajo, ¿verdad? El tema es que trabajo en el CEAMSE y me gusta llevarme el trabajo a casa.
Claro que bien podría ser el hecho de que con motivo de la grave crisis económica que afecta a nuestro país y ante la imposibilidad de darle cristiana sepultura a mi bisabuelo quien falleciera fatalmente el 15 de Enero próximo pasado debimos recurrir a la ayuda de mis empleadores del CEMASE para que el hombre pueda volver al polvo de donde vino. Así las cosas no nos quedó otra opción que trozarlo y sacarlo en pequeñas bolsitas de color blanco que pueden haber producido el olor nauseabundo a que se refiere nuestra vecina. Como sabrá tengo un pequeño hijo, y el mismo se ha encariñado mucho con el brazo izquierdo del anciano y no quiere desprenderse de el, tal vez sea esta otra de las causas del mencionado olor.
A pesar de todo esto quiero aclarar que no es culpa mia, la basura alojada en la mente de cierta vecina, que prefiere llamar al administrador antes de hablar con quien es su vecino.
Usted debe pensar en este punto que yo le estoy haciendo un chiste y tal vez tenga razón, pero la realidad es que es la misma sensación que me produjo la infundada carta que Usted me envió.
¿Puede Usted pensar que teniendo yo un chico de 2 años y medio permitiría el olor nauseabundo dentro de mi casa? ¿O ese aroma comienza ni bien yo traspaso la puerta de mi departamento como por arte de magia?
¿Alguien puede creer que yo acumulo basura de varios días? Lo máximo que me puede pasar es no poder sacar la basura un determinado día por llegar a mi hogar más tarde del horario para hacerlo. ¿Qué debería hacer yo en ese caso? ¿Sacar la basura igual? ¿Tirarla en la calle? Me parece lo más prudente guardarla hasta el otro día, no por cariño a mi basura, sino por respeto.
Debo decir que me alegra ver que contamos con un administrador que esta en estos detalles tan importantes (dignos de una comadre de barrio) y no se entretiene con las pequeñeces del edificio (barandas de la escalera exterior picada, puertas tijeras del ascensor que deberían haber sido modificadas y ni mencionar que hace dos meses que le comunicó mi esposa en forma verbal el inconveniente con filtraciones desde la terraza)
Por medio de la presente saludo a Usted muy atentamente,

Su vecino,
“El basurero”

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